No se duerma después de hacer el amor: Conozca la teoría de la "fusión" luego del clímax
Científicos demostraron que nuestros cuerpos están programados para vivir un momento único junto a la pareja al finalizar el orgasmo.
O.k. por lo menos no se duerma inmediatamente. Y bajo ningún punto de vista (por su propio bien) se le ocurra salir de la cama durante los 30 segundos siguientes al clímax. Si fue solo suyo, peor aún.
El momento después de hacer el amor es cuando la pareja tiene la oportunidad de disfrutarse mutuamente a otro nivel, uno distinto al físico.
De acuerdo con los estudios realizados por Helen Fitsher, antropóloga de la universidad de Rutgers, después del orgasmo nuestros cerebros producen la hormona oxytocin.
Cuando este químico fluye por nuestros cuerpos y cerebros, se incrementa nuestro sentido del amor y de la conexión.
Curiosamente se trata de la misma hormona que se libera cuando una madre amamanta a su hijo, y que ayuda a crear el amor entre la mamá y su recién nacido.
Lo anterior signifca que cada vez que hacemos el amor podemos sacar ventaja y aprovechar esta poderosa hormona del amor. Se trata de una oportunidad única para sentir el calor corporal y disfrutar del aroma de la piel de su pareja.
Convierta el "después de..." en una "próxima vez"
Cuando esté teniendo sexo, tómese un instante para mirar a su amante y déjese atrapar por esa conexión mística que solamente ocurre cuando uno mira a los ojos del otro por un periodo largo de tiempo.
Entrelacen sus brazos y sus piernas hasta que no diferencien dónde comienzan las suyas y dónde las de su amante.
Los últimos estudios y análisis sobre la sexualidad femenina demuestran que las mujeres dan más importancia a lograr una cierta intimidad con la pareja, que conseguir un orgasmo.
Entre más gane esa intimidad, ella incrementará su interés en tomar la iniciativa o será más receptiva a las propuestas de su pareja.
En otras palabras, entre mejor se sienta al final, mayor oportunidad tendrá el hombre de que ella quiera repetir.
El “después de...” es un componente esencial para el sentido de la satisfacción de las mujeres en el mundo entero. No pierda la oportunidad de tener con su pareja una fusión emocional verdadera, que bien podría ser la clave para que usted tenga más oportunidades de disfrutar del sexo.
¿Qué dicen ellas?
“Después de hacer el amor es cuando me siento más vulnerable, como si tuviera mis guantes abajo. En ese instante me gusta sentirme protegida por mi pareja”, Elena, 34 años.
“No cambio por nada del mundo arruncharme con mi pareja después de hacer el amor. Incluso disfruto más este gesto sencillo y me siento más conectada con él que cuando lo estamos haciendo”, Beatriz, 44 años.
“No me puedo quejar, tengo una vida sexual activa. Hacemos el amor mínimo cada cuatro días. Pero lo malo es que una vez termina, se levanta y corre despavorido al baño. No le gusta abrazarme. Incluso he llegado a pensar que tiene otra”, Rosario, 32 años.
“Abrazar sudado me da calor”, Gonzalo, 38 años.
Partes de este artículo fueron tomadas de la columna de salud del doctor Marc Gittelman, del ‘Miami Herald’. drmarcgittelman@yahoo.com
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